Carbón encendido - Edicion Impresa - ABC Color

Todos ponían «¡Listo!» «¡Listo!» «¡Listo!» Mientras que en el chat de las mujeres, discutían qué tipo de carne comprar, qué tipo de ensalada hacer, quién haría, si habrá o no chorizos, qué van a tomar, qué día pueden todas, dónde va a ser, había sido una no puede porque a su hijo le lastimaron en el ojo y tiene que ocuparse de eso, de saber cómo fue, por qué. Ya quiero leer yo un chat entre marido y mujer donde ella ponga «Amor, el martes Agustín rinde matemáticas, Sofi tiene prueba de vestuario de su competencia de patín y yo tengo otorrino». Imaginen ustedes al marido respondiendo: «Yo al salir de la ofi estudio con Agustín, le pregunto a mamá si puede llevar a Sofi a probarse el traje, que ya pagué ayer, así te vas tranquila al otorrino y a la noche tengo asadito con los perros». Entonces la conversación en el chat se da así: Ella: Amor, el martes Agustín rinde matemáticas, Sofi tiene prueba de vestuario de su competencia de patín y yo tengo otorrino. Ella: Yo también trabajo, pero aunque los dos trabajemos, Agus rinde y Sofi compite, y el mareo que tengo es algo del tímpano, del estrés, tengo que hacerme ver ya. Ella: Hace 4 años que Sofi compite en patín, 4 años, y todas las veces te plagueas por lo mismo, basta na, la cuota es una cosa y el traje no tiene nada que ver. ¿Y para qué va a ser? ¿Vas a estudiar con Agus o le vas a llevar a Sofi? ¿Y por qué no estudió todo ya antes? ¿Y a Sofi, le podés llevar? ¿Y cuánto sale ese palco? ...[Leer más]